A partir de ahí la especie humana se extendería por todo el planeta tierra. O eso es lo que tradicionalmente se cuenta, ya que la ocupación de nuestro planeta ha sido y sigue siendo desigual en muchos aspectos, por ello hoy he decidido hacer una pequeña recopilación de datos demográficos que demuestran efectivamente, que nuestra especie no se encuentra en todo el planeta tierra, sino que hay grandes desiertos demográficos, grandes concentraciones y, sobre todo, grandes desigualdades a nivel económico y de calidad de vida.
Para empezar, es un dato importante tener en cuenta que sólo el 30% de la superficie terrestre está habitada de forma permanente, evidentemente, esto es debido a que hay grandes zonas como los desiertos, los polos, las selvas húmedas y demasiado calurosas y las altas cordilleras, que resultan demasiado inhóspitos y hostiles para la vida humana, tanto por falta de recursos como por la dureza del factor climático. La población mundial a día de hoy se estima en 6.737.991.176 personas en todo el planeta, pero resulta que las dos terceras partes de la humanidad, vive en el 10% de la superficie total del planeta. La densidad de población mundial en Noviembre de 2008 es de 50 habitantes por kilómetro cuadrado, cuando en el 2000 rondaba los 45 y en 1978 los 30 habitantes por kilómetro cuadrado. Esto indica un crecimiento de la población mundial desmesurado, aunque hoy en día se está confirmando que ese crecimiento se está atenuando, sobre todo en lo países más desarrollados.
Para seguir con las grandes desigualdades demográficas; el hemisferio norte alberga al 90% de la población mundial, siendo Asia el continente más poblado, conteniendo el 60% de la población mundial gracias a sus grandes focos de población como son la India, Bangladesh, Pakistán, Japón, China y las Coreas. El continente menos poblado de todos es Oceanía, donde solo reside el 0,5% de la población mundial. En cuanto a la densidad de población de los países del mundo, Islandia tiene 3 hab/km cuadrado frente a los 16.000 hab/km cuadrado que tiene Mónaco.
Para terminar, en cada continente, la población tiende a concentrarse en las zonas costeras y en los lugares situados a menos de 500 metros sobre el nivel del mar, llegando a producirse, incluso en los países más poblados, auténticos desiertos humanos en las zonas interiores o de alta montaña, y verdaderas concentraciones de población en las zonas costeras.
Se podrían dar muchos más datos y todos nos llevarían a la misma concuslión; lo que define a la demografía humana es su constante desigualdad. Estas desigualdades traspasan lo meramente demográfico y se transforman en desigualdades sociales y políticas. Tampoco hay que olvidar el impacto que la población humana tiene sobre el medio ambiente, ya que existe una sobrepoblación humana exageradamente grande, baste con tener en cuenta que la población humana en 1800 no llegaba a mil millones de individuos, y sólo doscientos años más tarde, en el 2000, ya alcanzaba los seis mil millones, y desde esa fecha no hace más que crecer, por lo que cada día se hace más necesario el cuidado y preservación de nuestro planeta.
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